viernes, 11 de enero de 2013

imagina...

imagina que tu voz se escucha. Imagina que puedes cambiar las cosas... eso es lo que nos propone la asociación de Arquitectos (aA): imagina que todos juntos podemos. 

Nos piden que ayudemos a recoger firmas para modificar la futura Ley de Servicios Profesionales:



"Los abajo firmantes solicitamos la retirada del borrador de Ley de servicios Profesionales.
Especialmente en los puntos que permiten a las ingenierías, incluidas las internacionales, realizar  los edificios que, según la LOE reconoce, precisan la formación y capacidad adquiridas en la profesión de arquitecto.
Dichos edificios no solo tienen un uso especial, sino una función pública, social, cultural y en definitiva humana, muy distinta a aquellos que se limitan a resolver problemas técnicos para productos, alimentos o ganado.
El proyecto y dirección de dichas obras no es un monopolio, sino que está abierta a todos los que libre y voluntariamente se forman en los estudios oficiales habilitados para la preparación adecuada y que culminan con la titulación de arquitecto.
Buscar atajos a dicha formación, a pesar incluso de las convalidaciones existentes, es buscar atajos a la capacitación en perjuicio del servicio a la sociedad, a la calidad de la edificación y del urbanismo tanto en lo nuevo como en el entorno histórico, natural y medioambiental.
No aporta más trabajo a nadie, sino que abre las puertas para dificultar la obra pública y privada a los arquitectos y estudios de arquitectura legalmente formados y habilitados en España, facilitando a las ingenierías internacionales su realización de forma industrial.
Solicitamos igualmente que en adelante se tomen medidas para defender las capacidades y el servicio público de la profesión de arquitecto, ante la competencia internacional de dichas ingenierías.
La formación del arquitecto en España es de las más amplias del mundo, abarcando en los conocimientos y experiencia adquirida, lo que en otros países se necesitaría estudiar en varias carreras simultáneas:  landscaper, civil engineer, etc... Es decir, la formación del arquitecto en España en otros países equivale también a la titulación de ingeniero, más la de paisajista, más la de urbanista, lo cual no está reconocido como tal en España, en perjuicio del ejercicio de la profesión y su servicio público.
Solicitamos y apoyamos también la firme defensa de estos principios en los Colegios Profesionales, el Consejo Superior de Colegios de Arquitectura de España CSCAE, y resto de asociaciones no lucrativas como la asociación de Arquitectos (aA), el Sindicato de arquitectos "SArq",  y demás asociaciones de arquitectos y estudiantes (CREARQ, Delegaciones de Alumnos, etc.)."
ENLACE PARA LA FIRMA: AQUÍ

miércoles, 9 de enero de 2013

Yo para ser feliz quiero un camión... o sobre la liberalización de la arquitectura


Siguiendo sobre la muy probable Ley de Servicios Profesionales, parece que los discursos y argumentos tanto en pro o en contra se amontonan generando un caos del que sólo puede salir beneficiado quien tenga intereses turbios.



Hay quienes están realizando una sana autocrítica dentro de los entornos profesionales.  Se podría decir que el argumento general sería algo así como que "por algo nos está pasando esto", casi a modo de fatalismo. Desde nuestro punto de vista no deja de ser una postura equívoca, pues el marco legal que nos  dotamos los ciudadanos para regir nuestras vidas no se debe determinar por la bondad de los afectados, si no por la lógica y el derecho de la norma. O la reforma que se plantea es buena y hay que abordarla, o no lo es y será mejor repensarla, pero no porque menganito que está afectado sea un poco cabrón, cualquier cosa será poco para él.

Otros aprovechan y tratan de sacar ventaja de la situación. Así hay quienes argumentan que a partir de ahora los ciudadanos podrán elegir entre "la seguridad, la economía y el confort  o entre los matices de la luz, materiales, etc.." (ha faltado el sintetizarlo en -perdón por la expresión- "... o mariconadas"). Como si fuesen temas incompatibles y ahora nuestros edificios fueran famosos porque se caen dos o tres todos los días. No dudamos que hay estupendos profesionales en todas las áreas, y que en proyectos y obras colaboramos en equipo, pero hay un especialista que está presente en todas las fases y no sólo en una parcial, se llama arquitecto. No entenderíamos que se decidiera suprimir la dirección de orquesta y que en cada concierto se eligiera de entre el resto de músicos quién dirigirla. Sobre todo, porque cualquiera puede hacer la carrera de dirección, sólo hay que emplear unas pocas ganas y algo de tiempo, al igual que para ser arquitecto...

Por otro lado, hay una palabra mágica que a nuestros legisladores les gusta mucho y que no pocos somos fans de la misma, y que no es otra que "liberalizar", que tiene su raíz en la latina libertas al igual que otros nobles términos como son libertad o liberal... no nos gustaría que llegara a pensar que nuestros peros al borrador de la Ley de Servicios Profesionales es un ataque pues a la libertad de los ciudadanos, o que tratamos de restringir su derecho de elección del profesional más adecuado. Lo que vemos es un problema de concepto: No se puede liberalizar la profesión del arquitecto, igual que no se puede liberalizar el conducir coches o conducir camiones. 

Uno libremente, quien quiera, se prepara para un examen y si lo pasa, le dan un carnet para conducir  vehículos hasta una tamaño y con una capacidad determinados. Si quiere ser feliz conduciendo un camión, cualquiera de Uds. lectores, tiene derecho a ello, solo tienen que preparar otro examen diferente y se presenta al mismo. ¿Consideramos restringir la libertad el exigir la preparación adecuada para conducir un vehículo primero y luego otra más para camiones, ambulancias, etc? Ningún ciudadano normal podrá pensarlo, porque todos entendemos que lo que se está haciendo es priorizar la seguridad sobre el que cualquiera sin preparación pueda  coger un coche o una ambulancia o un transporte pesado. Sí podría pensarse algo al respecto cuando la administración limita el número de licencias del taxi, por ejemplo.

Fíjense si está liberalizado el campo de la arquitectura que cualquiera, no importa quien, puede apuntarse a hacer la carrera, no hay "numerus clausus" para hacerse profesional. Sólo se le exige el tiempo y la dedicación para que saque la carrera. Y si después de todo la administración considera que hay pocos profesionales  pues debe mirar en el origen que es al título habilitante, pero no decir que para construir el Monasterio de El Escorial sirve el ingeniero de la Armada Invencible.

Lo dicho, para ser felices queremos un camión.